Guardé todo para cuando
no me duela.
Me ahogo en la espera del
mañana y mientras tanto
no hago nada.
Repitiendo patrones una y
otra vez. Queriendo saber más
de lo que sé y pretendiendo
fingir que no me duele lo que
llevo dentro.
Cerré los ojos y miré en lo
profundo de mi ser.
Predominaba la nostalgia
y la angustia de aquel dolor
que me causó la destrucción
de mi mente.
Sería elocuente estar cuerda,
pero desafortunada soy al
estar enredada en desacuerdos
con mi viejo yo.
No lo entiendo, el rosa se
volvió un negro eterno.
No creo en lo que ven mis ojos
y no confío en mi sombra.
Callando lo que siento y
negando mis sentimientos
para no hundirme junto
con ellos.
Que ironía la simpleza para
alcanzar la felicidad momentánea,
porque absoluta no lo es.
Todo se echa a perder una y otra
vez, y nosotros también.
Solo Dios sabe todo, del dolor
y la gloria mediante las plegarias.
Ir lento para no morir en el intento,
y rápido para disfrutar de los
momentos.
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Comprar un cafecitoMorena Cejas
La poesía es una pasión, quiero llegar a más gente. Poder compartir y causarles algún sentimiento con mi poesía. Muchas gracias por leer
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