una malformación de tu (o mi) deseo

¿bastarían dos gotas de sangre para volverme tuya?

o acaso ya lo lograste al tomar mi corazón entre tus manos,

encapsularlo

y bajo mi mirada cautiva, darle una mordida

una parte de mi reside en tu órgano, alimento de amor

tal vez así también te vuelvas enfermo de esperanza y devoción

¿te dolerá el arrodillarte tanto como a mí?

un altar en la ventana, con la luna de la madrugada como testigo

a ella le llevo mis lamentos y pedidos

prendo una vela en tu nombre, le regalo una memoria como castigo

dos gotas de sangre bastarán para hacerte mío

duermo plácidamente en una cama armada por tus suspiros

¿qué querrás decir por "no podemos ser solo amigos"?

dudo de tu brillo y tu lengua en mi ombligo

tu deseo no es comparable con el que exhalo mientras respiro

das pasos ausentes, temblantes y precavidos

tus manos en mi cintura me obligan a seguirte la corriente

mirarte de frente

decirle a mis ojos que dejen de llorar, vencidos

que el deseo en ellos es también un castigo

que todo en vos puede meternos en un lío

tu boca se ensancha para recibirme

el frio me deja ver tu respiración

y por un momento cuento con la certeza de que el hechizo funcionó

sin embargo noto que la luna mi recuerdo no tomó

que algo quedó incompleto

y me doy cuenta que me amas cuando me ves

que en tu mirada hay una devoción gemela a la de mi alma

pero que es momentánea, insegura

que teme ser dejada a oscuras

frágil a la amargura, incipiente y sin soltura

me doy cuenta que desaparecerás hasta que nos volvamos a ver