Una lista desordenada y la amistad

El abrazo en el llanto, la risa mirándote a los ojos, la espera mutua, la llegada a tiempo, quedarse diciendo que te quedas sin buscar excusas, el olor a la parrilla, cualquier esquina entre árboles en primavera, el éxtasis colectivo, el libro que terminaste prestando/regalando, las palabras que escribís, la conversación de ayer que te hizo pensar, poder regalarle a alguien algo que sabes que le gustará, saltar nuestra música favorita, el atardecer rosado, las siestas al sol, las tardes de río, desear un buen día, recostarnos después de una larga caminata, conocer a alguien sin esperarlo, la complicidad a cientos de kilómetros, la cercana, la cerveza fría después de un día largo, encontrarnos a tiempo, que lleguen cuando vos recién llegas, sentirte en una cima después de haber estado en un pozo, la capacidad de volver a intentarlo, descubrir lugares nuevos, una charla, comer helado, preparar una cena con personas que te mueres por ver, recrearte con memes durante horas, llorar viendo la misma imagen diez veces, llorar, anudarse el pelo en un rodete cuando te sentís mal, que una amiga aparezca de repente porque somos vecinas, ir en el auto con la música tan alta que bailan los autos de alrededor, un balcón donde contarse la vida con un vino, comer pizza, cantar la canción que queres, bailar, bailar, bailar, abrir la ventana por la tarde y sentarse afuera, andar descalzos, mirar el cielo, juntarse por un café, tener una idea y poder contarle tu locura a alguien, tener ideas, pensar que estás vivo para poder verse por vigésima vez, hablar de estrellas, creer en algo, que exista el amor, que existan los amigos, el mate calentito, los rituales, soñar, subir en aviones, ir otra vez, abrazar otra vez, tenernos hoy, quién sabe mañana, volver a casa.