Aquí estoy de nuevo, (pegada al móvil), intentando describir, escribir, contar como me siento (a algo o alguien que no existe), contármelo a mí misma, para ver si así las palabras y sentimientos en mi cabeza se ordenan, y el nudo de mi garganta, de mi estómago y de mi corazón se afloja.
Aquí estoy pensando en cual será la frase indicada para seguir, siempre pienso demasiado, como describir lo que me pasa para superarlo, para poder seguir adelante.
Seguir adelante, como siempre hice, y como siempre haré, porque el nudo de mi garganta que no me deja hablar me hará explotar, llorar, pegar y luego reír por impotencia, por pena hacia mi misma, por idiota, por confiada, por dejar que el monstruo del armario me aterrorice otra vez.
Repaso las palabras y las acciones acostada en mi cama, en una cama que no se siente realmente mía, sofocandome con el poco aire que entra en mis pulmones, que se siente como agujas que se clavan por mi tráquea, bloqueando mis cuerdas vocales, perforando mis pulmones, desgarrando mis órganos por dentro.
Y me pregunto, ¿porque?, aunque es una pregunta cliché, aunque sepa la respuesta, o no, aunque me duela preguntarmelo, aunque me duela por no habérmelo preguntado antes. ¿Porque dejé que el globo se siguiera inflando, e inflando, hasta estar a punto de explotar?
El dolor es constante, sin parar, porque no explota, solo se estira y duele como si me estiraran la piel, como si me quitarán las uñas, como si me arrancarán el cabello pelo a pelo... El monstruo de mi armario se ríe, no me toca, no me habla, no me mira, ni siquiera parece que se riera de mi, pero lo hace, y su risa retumba en mi cabeza como una canción mala pero pegadiza, que me atormenta y me enloquece, esperando a que pregunte porqué.
¿Porqué dejé que volviera a pasar, porqué no aprendo de las desgracias, porqué la gente no tiene lealtad, porqué me cuesta tanto levantarme de la cama, porqué la vida allí fuera es tan solitaria, porqué me duele, porqué siento que me queman mis propios dedos al tocar la piel, porqué no le importa a nadie, porqué finjo que no me importa a mí, porqué llegué otra vez a este punto muerto, porqué la vida ya no me emociona, porqué mis sueños se desmoronan y porqué la meta aunque se veía tan cerca, tan palpable, ahora está lejos otra vez, porqué, porqué y porqué?...
Pero preguntarmelo no soluciona nada, no cura las heridas, no afloja los nudos, no desinfla el globo y no me alivia ni en el más mínimo sentido. Siento como me envuelven las llamas, y el escudo que me protegía hasta hace unos días se desmorona, se cae a trozos como cada parte de mi.
No es desamor, no es falta de motivación, no es depresión, no es por el, no es por ella, no es por mi pasión, no es por el trabajo en exceso, no es por el dinero que me falta y no es por mi... no es por mi.
Es la angustia, el miedo, la soledad. Es todo lo de antes en conjunto, es puro pánico, pánico de no ser suficiente nunca, panico de ser suficiente pero no saberlo, pánico de quedarme sola, pánico por no conseguir lo que quiero, pánico por no querer seguir algún día... Y el pánico me carcome como la carne muerta que se expande por todo el cuerpo, evitando que la sangre llegue a mí corazon
El monstruo del armario me está mirando, ya no se ríe, no articula ningún sonido, quiero pedirle que me conteste todas las preguntas, el tiene que saberlo, el siempre está allí, el tiene que contestarme, necesito que me responda ¿porque?, pero me mira impasible, sin mostrar sentimiento alguno, aunque yo se que me mira con pena, con miedo... Su silencio me vuelve impaciente, me angustia, me enfada, le tiro el cuaderno, el lápiz, una almohada: "desaparece si no vas a aclarar mi mente y mi corazón, quiero que desaparezcas", los gritos inundan esas cuatro paredes tan claustrofóbicas: "si no puedes ni siquiera contestarme a eso, de qué sirve tenerte aquí, desaparece ya" pero su mirada dice:
Encontrarás la respuesta algún día, hasta entonces sigue luchando.
Y allí estoy, luchando, viéndole fijamente a los ojos, convenciéndome de que no soy yo, pero el espejo que tengo delante me devuelve a la realidad, siempre he sido yo, solo yo, conmigo misma y contra mi misma
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión