un nuevo año

Emociones intactas, un tanto confusas, un tanto revoltosas. Me sigo acordando de su tierno amar, no entiendo sí realmente lo sigo amando, o sí simplemente extraño amarlo con cada víscera de mi ser, te sigo pensando. A pesar del tiempo que pasó, y las cosas que pasaron en el medio, las nuevas personas que conocí, cae el sol y sólo puedo recordar su acariciar. Mi alma fue trazada de punta a punta por su amor, me hizo sentir viva, volver a ser pequeña, encendió con sólo un cerillo el bosque vasto de mi interior. No puedo evitar sentir mi cuerpo apagar al encontrar una foto de él en el celular, pequeñas lagrimas brotan de mis ojos al recordar.

Quisiera correr, volver a envolverme en sus brazos, pero, ¿qué sentido tiene? nuestro amor fue diseñado a una medida de que nunca logre funcionar, ni siquiera el aprecio hace encajar las piezas del rompecabezas, por más que intente cambiar el panorama, nuestros caminos no son los mismos. Rompiéndome el corazón a la par del suyo, intentando evitar lo inevitable. Qué injusto de habernos amado tanto, y que ese amor mute en silencio. No sé que hacer con todo esto que siento, más que callar y lidiar con ello. Siento que voy a explotar, mi corazón abandona a la razón y lloro desconsoladamente sobre la almohada. No puedo hacer nada, pero quisiera hacerlo. Puedo, pero no debo. Llamarlo a altas horas de la noche, simplemente para su voz escuchar, sé que eso hará mi voz temblar, sé que no podré hablar, sé que la respuesta es negativa, sé que ya no debo intentarlo más. Sé que debo quererme y evitarme todo este mal, lo sé y lo sé, pero tengo miedo, lo extraño y lo amo. Y no sé qué hacer con ello.

Me encojo de forma que entro en una pequeña caja, y me aferro a mis últimos recuerdos. Reproduzco viejos audio, mi corazón palpita al ritmo de su voz, y mi cerebro disocia de la realidad, estás. El pasado no es tan malo si lo tengo presente.

Debería haber olvidado, lo sé. Pero nuevamente me encuentro escribiendo cartas al único ser capaz de comprenderme. Sé que jamás las leerá, sé que apreciaría mis palabras, sé que me conoce tanto que sabría que soy yo. Sé que sabe que lo sigo pensando, que lo sigo añorando.

El nuevo año viene acompañado a una vieja memoria, sólo su silencio me dará las explicaciones necesarias para intentar volver a desaparecer. Desearía que todo fuera distinto, que elija perturbar mi paz, desacomode mi sistema, volver a conectar.

El nuevo año viene acompañado a otro año queriendo olvidar lo que en tres años no he sido capaz de dejar atrás. Es difícil dejar de amarlo si lo tengo tan presente en mi memoria. Ciertamente, prefiero morir recordando tu rostro, antes que nunca haber sido capaz de amarte.

La melancolía recorre mi cuerpo, me hago responsable de ello, todavía duele verte ir.

Por supuesto lo sigo amando, nunca dude de eso.