Tan solo pienso en hablarnos, como aquellas noches estrelladas.
Podría parecer insensible, pero mi corazón está aquí.
Te convertiste en una amiga lejana.
No tengas miedo de deslizarte.
Un recuerdo marcaste,
donde me tomaste,
con un rojo
que nunca dejaré de ver.
Solo míranos como solías hacerlo.
No dejes atrás eso que te atraía.
En el sonido del mar, algún día…
siento no haberte despedido.
Perdón por pensar que no te fuiste.
Alguien te esperó, siempre. Siempre.
Donde siempre estabas:
en sus brazos,
con sus lazos… esos que cosiste.
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