Recuerdo que una vez hicimos un fuerte.
Creo que supimos anticipar que el mundo exterior nos terminaría por contaminar.
Juntamos cuantas más sábanas pudimos;
Buscamos por toda la casa, dejando colchones vacios en el camino.
Pero eso no importaba, no.
Lo que importaba era tener suficiente material para resguardarnos de todo lo demás
-solo importábamos nosotros-
Nuestro único objetivo era acovacharnos en un rincón hasta hacerlo propio.
Atamos fuertes nudos, nos aseguramos de que nada vuele nuestro hogar
-dulce y tierno hogar-
¿Alguna vez leíste "Los tres chanchitos"?
Al final del cuento,
la única casa que sobrevive a los fuertes soplidos del lobo,
es la construida con ladrillos.
Pero nosotros hicimos un fuerte con sábanas.
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