Un consejo

Hace mucho tiempo, cuando estaba atravesando una época turbulenta de mi vida, un consejo me salvó. Un tiempo después de haber cortado con ese chico, una señora cuyo nombre ya no puedo recordar, pero con la que estaré eternamente agradecido, me dijo:

"Nunca lo olvides, pequeño: nadie te va a salvar. No podés llenar el vacío con otra persona. Al final del día, solo te tenés a vos mismo; siempre vas a estar solo y, si lo pensás bien, siempre lo estuviste. Pero no tengas miedo; todo esto no debería ser impedimento para amar con todo tu corazón: a tus amigos, a tus familiares, a tus parejas, a los animales, al mundo. Es solo un recordatorio y una advertencia de que jamás deberías olvidarte de vos mismo, ni dejar de ser tuyo, por perderte en otra persona."