Un café

Una armónica suena, mientras tomo un café casi frío... Mis dedos recorren el contorno de la taza, miro por la ventana esperando verte doblar la esquina y solo veo un mar de gente que camina sin prestar atención a su alrededor.

La ciudad sigue viviendo y yo solo observo esa esquina, me gusta pensar que vas a doblarla en cualquier momento...

La ciudad me quedo chica buscándote y el atardecer amenaza con dejarme sin otro día en cual podría ver tus ojos y besar tus labios.

Se que esa es vida pasada pero fantaseo con esa idea frecuentemente.

¿Que pasaría si el destino te pone en esa esquina, si el destino juega con nosotros una vez más y te hace entrar a este bar a pedir un café? ¿Qué sucedería si al pagar para irte o elegir una mesa tu mirada chocará con la mía? ¿Que pasaría?¿ Nos saludariamos cómo viejos amigos? ¿Nos daríamos las buenas tardes o no habría palabras suficientes y solo los ojos tomarían la posta?

Cómo amigos no creo, muchos besos y suspiros compartidos para saludarnos solo como amigos. 

Tomo un sorbo en automático y vigilo la esquina como si fuera común verte ahí y no lo es. Buceo en mis pensamientos, viajo a una época en la que caía en tus brazos sin miedo al impacto. 

El mozo se acerca a comprobar si necesito algo más. Es hora de pagar y aceptar la derrota del día, algo falló en el universo, en el destino, todo sigue igual que ayer.

Me despido.  Camino la esquina que nos vio juntos por última vez y sonrío.

Tal vez en unos años....