Ella llegó cuando el amor era hermoso,
pequeña y dulce, un lazo silencioso.
Adoptamos su vida, abrimos nuestro pecho,
ella fue testigo de un amor tan estrecho.
Ahora se fue, se llevó la historia,
con sus pasos se fue toda la memoria.
En su partida, quedó el vacío,
y en mi pecho un frío tan tardío.
¿Por qué me hablaste después de tanto?
¿Aún late en ti este canto?
¿Sientes todavía la cercanía,
de aquel amor y su melodía?
La michi se fue, pero queda el eco,
de lo que fuimos, de ese fuego seco.
Tu voz revive recuerdos lejanos,
de un tiempo que fue y quedó en las manos.
En fin ya no somos los mismos.
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