mobile isologo
buscar...

Un amor que no revivió.

Delfina

Oct 13, 2025

94
Un amor que no revivió.
Empieza a escribir gratis en quaderno

Un amor que no revivió

Se me desgarra el corazón de pensar que esta fue la última vez en la que nos vamos a sentir piel a piel.

La vida te empuja a tomar decisiones difíciles para poder avanzar y crecer en lo individual. De esas decisiones depende tu futuro.

Muchas veces, por más que uno lo desee, el amor no alcanza.

Cuando un amor es poderoso en conexión pero débil en confianza y comunicación, termina quedándonos corto, a los dos.

A veces me enojo preguntándome el porqué de las cosas. ¿Este era el destino?

¿Por qué no funcionamos?

¿Por qué nuestro amor parece tan verdadero cuando estamos juntos, pero al separarnos todo queda tan vacío?

Me enoja saber que, en un punto, me tengo que obligar a progresar, aun sabiendo que mi corazón siempre busca volver a estar entre nuestros brazos y calmar un poco esta ansiedad.

Y me pregunto, ¿qué provocarás en mi cuerpo? Porque a veces la calma era tan profunda, y otras veces me moría de la angustia.

Lo viví como una adicción.

Esa es la manera más fácil que me sale para describir lo vivido a tu lado.

Me volvías loca de amor. Me volvías loca (en general).

Mi persona sacó facetas por diferentes vivencias que solo me provocó tu presencia.

Aun sabiendo todas las cosas malas que me generabas, siempre mantuve la ilusión de que me amaras como lo merecía.

Como una niña en busca de amor.

Mi corazón herido se sintió abrazado. Yo, aun sin sanar esas heridas, buscaba una respuesta al amor en tus abrazos.

No puedo verte, no puedo hablarte, ni olerte, ni besarte, ni tocarte, ni acariciarte.

Tampoco puedo mirar tus lunares en la espalda ni tu sonrisa, que aparecía de vez en cuando y de milagro.

A veces deseo eso con mucha intensidad. Realmente deseo tu presencia y poder mimarla una vez más.

Éramos simples, no muchas palabras.

Nos acostábamos, nos acariciábamos las heridas y compartíamos la misma pasión.

Nunca, jamás, sentí ni viví ni me sentí tan acariciada como cuando pasabas tus manos por todo mi cuerpo.

Necesito descargar este dolor. Lo hago escribiendo, porque escribirte a vos no es opción.

Muchas veces me pregunto si de algo servía buscarle una solución a un amor; si realmente tenía solución y si éramos capaces de reconstruirlo solo entre los dos.

Pero realmente nunca confié en que fueras capaz de responsabilizarte por un cambio de acción. ¿Eso es un error?

, recuperarme de esto va a ser difícil, y aún dudo si dejar de luchar por este amor es lo correcto.

Creo no ser capaz. ¿Podré dejarte de amar?

Mi niña interior responde por mí cada vez que me lo pregunto. Ella elige seguir haciéndolo, elige amarte toda la vida por haberle dado ese abrazo que tanto espero. A ella no le importa, está dispuesta a entregarlo todo por amor.

Siendo más grande, ya a mis 20 años, me pregunto: ¿qué me faltó? ¿Cuáles fueron mis miedos? ¿Qué me llevó a entregar mi corazón tan ciegamente a mi primer amor?

¿Por qué creí que la forma correcta era desvivirme por alguien que elegía no valorarme en presencia?

No me puedo culpar. Esto es respuesta a mis vivencias.

Que te haya elegido una y otra vez no es casualidad.

Haberme desarmado y entregar cada parte de mí hasta quedarme sin luz tampoco fue casualidad.

Amar sin limitación y descuidar mi propia persona tiene una herida de atrás.

¿Qué fue lo que viví desde chica que me enseñó que esa es la manera correcta de amar?

¿Qué me hizo pensar que aguantar y dar sin límite no me iba a desgarrar cada parte de mi corazón?

¿Cuál fue la forma de vincularme con la que me crié? ¿Qué vi? ¿Qué viví? ¿Qué aprendí?

¿Por qué mi primer amor fue tan devastador? No creo que haya sido casualidad.

¿Por qué elegí quedarme en un lugar de sumisión, sabiendo que al final todo quedaba desequilibrado? ¿Por qué tomé esa decisión?

Viví para satisfacer necesidades de alguien más, mientras que mi potencial se apagaba y mi voz propia perdía intensidad.

Lloro mientras escribo, porque es difícil vaciar mi cabeza después de querer evitarme a mí misma que realmente vivo, pienso y siento todo esto.

Intento apagar los pensamientos cuando te extraño, porque nos terminamos haciendo daño. Las marcas de nuestro pasado son grandes, y ya no creo en tus perdones sin un cambio de conducta.

Como ya dije antes, hoy tengo 20 años. Ya no soy una niña que no sabe cómo tiene que ser amada, ya no soy una niña que no sabe limitarse o cuidarse.

Soy una mujer que tiene metas.

Soy una mujer con una sexualidad por experimentar y con muchos miedos que atravesar.

Pero, al fin y al cabo, soy una mujercita que está aprendiendo a sanar lo que alguien más rompió, porque se hace cargo de su responsabilidad.

Mi conciencia despertó cuando empecé a escucharme, cuando dejé de prestar mi propia persona para satisfacer a los demás y empecé a vivir por lo que yo misma quería lograr, regalarme y merecía conseguir.

Por eso digo que el amor no alcanza.

Porque te puedo amar, pero ¿a dónde nos lleva todo esto si, cuando lo hago, mi amor propio pierde toda su intensidad?

No me alcanza el corazón para amarte.

No me da el cuerpo para amarte.

No tengo el tiempo para poner la cabeza en un vínculo en el que remo sola.

Lo intenté, pero el amor no basta solo con amor.

Y yo no quiero fallarme a mí misma nunca más.

En este punto descubrí que soy feliz mientras más me cuido a mí. No puedo entregarle esa felicidad a alguien más.

¿Dónde queda mi propia libertad? ¿Mi voz? ¿Mis deseos y mi pasión?

Merezco ser amada y amar con realidad, con alguien que tome conciencia de sus heridas y esté dispuesto a evolucionar.

Alguien que esté dispuesto a comunicar la verdad y a amar con intensidad y pasión.

Tuve miedo de no volver a vivenciar un piel a piel como el de nosotros. Ese miedo sigue vivo, pero, como ya dije antes…

Este es mi momento para reencontrarme crecer y aprender “.’

Delfina

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión