Me cerré en tu mundo, y ahora no encuentro el mío. Me dormí en tus brazos, y desperté en un cielo frío.
Ya suéltame, por favor, que me siento muerto… pero todavía respiro. Esta es una de las mil noches en las que te escribo, en las que pienso en ti, pero ya eres un recuerdo en el olvido.
No sé si estoy loco, pero todavía te imagino, te siento en mis brazos… pero te olvido. Esta es una de mil noches que pienso en ti. Quisiera soltarte, pero no puedo. Vivir sin ti… Me encerré tanto en tu mundo que ahora no veo en el mío.
Quisiera despedirme, pero no sé decir un “hasta luego”. Tus recuerdos son los míos. No tengo vida si los olvido.
Eres y serás el amor de mi vida. No me quiero despedir, pero estoy dejando de ser feliz por ti, que ahora renaces una nueva vida. Esta es la última carta que te hago, amor de mi vida… pero en mis sueños, siempre estarás con vida.
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