Queman tus ojos como fuego que consume y solo consume,
mi rencor que infectó hasta las venas tu dulce amor de enero,
el que puedo jurar que fue real.
Lo siento si es que eres demasiado joven para soportar amar a un barco naufragado,
sé que mis palabras ácidas quemaron tu piel
y mí sangre en tus dientes sabe a algo no muy cercano a Dios
pero soy tuyo, tuyo hasta donde quieras.
Las decisiones mal tomadas, la estupidez de perder el tiempo,
la vida agridulce que ambos hicimos una bella alegría,
es que esto tiene que ser, esto tiene que ser destino y milagro,
esto que yo quiero tiene que ser, por primera vez, algo que yo pueda tener.
Corremos por los campos mientras la luz del sol nos pinta de oro,
tus rodillas ensangrentadas por rogar y mi garganta adolorida de tanto gritar,
cosa tan patética y tan humana la humillación.
esto lo olvidaremos cuando llegue la medianoche y tu cama se haga mí cielo y mí casa
por todo el tiempo que quieras.
Yo sé que no soy fácil de querer, no tienes porqué decirmelo,
pero soy tuyo, tuyo hasta donde digas
y te ruego que me hagas arte bajo tus manos una vez más, te lo rogaré una vez y otra vez.
No pertenezco aquí, en este mundo tuyo que es Edén y que es un averno horrible,
es lo único que puedo explicar
¿dónde estabas cuando yo aún era gentil?
Muy poco sentir es el que te di cuando quebraste en mil llantos,
es escaso comparado al que te entregué cuando yo fui el incendio forestal,
pero creo que ya es suficiente el castigo que me estás dando,
no sé por cuánto se puede dejar a una víctima agonizar.
La felicidad es una calle tan estrecha, somos dos autos en paralelo,
y los lugares para estacionar son terriblemente tentadores.
Espero que mi castigo sea mejor que mi arrepentimiento,
porque aterrador es el pensamiento de que no deberíamos existir juntos.
Pero soy un humano y, hoy, esa será mi excusa,
porque mis errores no me harán amontonar tierra sobre este pasado
y este tren implacable nunca dejará de chocar contra las vias pero qué linda es la vista desde sus ventanas.
yo te amo porque eres libre ¿cómo podría pedirte que seas mía?
me tienes como Judas tiene a Jesús
porque soy tuyo, tuyo hasta donde quieras.
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