Desde que estás conmigo,
desde que mis pasos
encontraron los tuyos
dejé de ser mía.
Me volví tuya
entera,
de pies a cabeza,
de piel a hueso
de latido a sombra
de nombre a suspiro.
Tuya
cuando nuestros dedos se entrelazan
como si fueran raíces
buscando tierra fértil
en la piel del otro.
Tuya..
cuando tus labios me buscan
no solo con deseo,
sino con la ternura
de quien ha encontrado
su hogar.
Tuya...
en las madrugadas húmedas
cuando el insomnio
nos vuelve salvajes
cuando tus manos
como lobos hambrientos
recorren mi piel
y yo solo
sé ofrecerme en sacrificio.
Tuya...
en el temblor de mis labios
cuando me reclamas en silencio
cuando el aire se llena de jadeos
y mi espalda se arquea
porque tus dedos
la conocen mejor que yo.
Tuya...
cuando me tomas
sin permiso
cuando me desarmas
entre caricias
que hieren y sanan a la vez,
cuando me haces tuya
una
y otra vez
como si temieras que el mundo
nos arrebatara el instante.
Soy tuya
en la entrega total
en la rendición
en los espasmos que me arrancas
como si buscaras escribir
tu nombre dentro de mí.
Tuya..
cuando susurras promesas
en mi oído
cuando tú abrazo
se siente como un refugio,
como si el mundo entero
pudiera caerse
y nosotros
seguiríamos en pie.
Yo soy tuya
y tú eres mío
mío entero
mío
de pies a cabeza
a hueso,
mío
porque tú y yo
sabemos que somos
la debilidad del otro
el vicio
que nos consume
la fiebre
que nos quema la piel
y aun así nunca
buscamos una cura.
Porque caemos rendidos
no solo en la urgencia
de nuestros cuerpos,
sino en la forma
en que nos miramos,
como si dentro de nuestros ojos
estuviéramos buscando
la última verdad
que nos queda.
Porque no es solo deseo.
Porque somos
dos animales salvajes
jugando a domesticarse
pero siempre
terminamos enredados
perdidos
en la piel del otro,
diciéndonos
que no hay salida
que nunca la habrá,
porque no queremos huir.
Porque cuando te beso
cuando me muerdes el alma
y nos susurramos "te amo"
en la madrugada,
entiendo
que nuestro amor
es hambre,
pero también
es hogar.
Porque somos fuego
y ceniza
grito
y susurro
pecado
y redención,
y aun así,
nos elegimos.
Tuya
cuando me miras dormida
cuando acaricio tú cabello
con la yema de los dedos,
como si hasta en mis sueños
quisieras recordarme
que soy tuya.
Tuya....
cuando el amanecer
nos sorprende
y mis piernas
aún tiemblan
porque en cada rincón
de mi cuerpo
dejaste tatuada tu hambre.
Pero también
fui tuya en ausencia,
porque no quería
que unas manos
que no fueran las tuyas
tocaran mi cuerpo,
ese que es tuyo,
ese que solo sabe
estremecerse con tu aliento,
que solo entiende
el lenguaje de tu boca,
que solo se doblega
bajo el peso de tu deseo.
Fui tuya..
een las noches frías
donde la nostalgia
me abrazaba fuerte,
donde cerraba los ojos
y aún te sentía
donde mi piel
memorizaba tus besos
como si temiera olvidarlos.
Fui tuya...
incluso cuando el tiempo
quiso alejarnos
cuando la distancia
susurraba despedidas
cuando la soledad
se vestía con tu ausencia.
Tuya..
y lo seré siempre
porque no sé ser
de nadie más
porque mi piel
tiene tu nombre escrito,
porque en cada latido
tu voz resuena en mí.
No sé si alguna vez fui mía,
pero contigo,
sin duda,
soy completamente tuya
𝓭𝓮𝓭𝓲𝓬𝓪𝓽𝓮𝓭 𝓽𝓸:
𝓝𝓪𝓼𝓽𝔂 𝓖𝓵𝓪𝓶
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