Nada de lo nuestro fue sano
Culpo al destino
Pero la realidad fue de ambas
Todo es un constante recuerdo muy nocivo
La kenopsia
De tu reminiscencia y la nostalgia
Me consume
Me come por dentro
Aún estando viva
Aún estando extinta
Nada de nuestro pretérito fue significativo
Solo idelizacion recíproca
Y traumas compartidos
Paz, tres letras que jamás nos completó
Comunicación y comprensión que siempre nos faltó
Siempre fuimos ese constante sentimiento
Aferrarnos a lo imperdonable
Por eso
Nada de lo nuestro
Casi nunca fue sano
Pero sin duda
Refugiabamos nuestras almas al besarnos y tocarnos
Tú una simple aguja
Y yo la hebra donde danzaba
Trasladaba mi crúor con tus venas
Y mi cuerpo con tu existencia
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