...
Padre Nuestro.
Voy a rezar como si creyera en un Dios Todopoderoso. Es decir, voy a rezar como lo hace la inmensa mayoría de quienes rezan desde púlpitos, desde balcones del Vaticano, desde televisiones y radios:
¡Oh, Dios, te pido que seas sincero, que seas evidente, que seas lo que de veras quieres ser y hagas lo que de veras quieres hacer. Te pido que no prolongues más esta agonía, este juego. Tú, Dios, sabes de sobra lo que puedes esperar de nosotros. No sé si te hemos decepcionado, porque no sé si un Dios puede sentir decepción, pero, en todo caso, a estas alturas de la civilización, de la historia, Tú ya conoces sin posibilidad de error todo nuestro potencial.
Si quieres juzgar, juzga. Si quieres premiar, premia. Castiga si en Ti está la venganza; haz lo que consideres oportuno, pero hazlo ya.
Dios, el hecho evidente de que yo no crea en ti no debe condicionarte para no hacer caso de mi petición. Al fin y al cabo soy obra tuya. No haberme hecho así.
Amén.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión