Te fuiste, hiciste lo que pudiste, pero qué bronca me da, quedarme solo con un vacío en el alma, incapaz de querer a otra persona. ¿Me rompiste? Sí, lo hiciste, y no te importó. Ahora, no sé cómo confiar, lleno de inseguridades y con el corazón destrozado, solo, en una habitación oscura y sin salida.
¿Extrañas lo que tuvimos? No creo que lo hagas. Tú ya tenés en quién pensar. Aun así, perdón si me cuesta soltarte. Mi corazón aún cree que somos uno y no quiere aceptar que en el tuyo ya haya alguien más ocupando mi lugar.
La vida me ha enseñado que no se puede tenerlo todo, y qué injusto es, porque hoy no tengo nada. Solo mis pensamientos que poco a poco me consumen lentamente. Realmente no sé cómo salir de este lugar sin luz.
Sé que debo soltarte, y sé que ese será el último acto de amor que me queda para dar. Di todo lo que pude, aunque no bastara. Hubiera dado mi vida si fuera necesario. De cierta manera, ya me la robaste.
Ojalá algún día pienses en mí y veas que te quise, que te di todo, incluso cuando mi mundo se venía abajo. Aunque te fuiste, anhelaba tu felicidad, aunque no fuera conmigo. No me da igual, pero a ti te da igual.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión