Quiero que me elijas, ¿es tan difícil elegirme?
Estoy cansada de rogarlo,
lastimada más que aburrida.
Sabía que debía llegar el día de mi pronta despedida a esto.
Pero, ¿"esto"?
Si nunca supe lo que había, lo que querías.
O si darle final a lo que no tuvo un comienzo.
Si me buscaras,
no habría opción paralela a adorarte.
Lo dejaría todo por adulterar mis convicciones,
darte acceso a mi corazón aún aferrado.
Mi incendio es más latente con vos en él.
Amo más tu desorden que la mente boreal
de los mil hombres más próximos.
Si me soltaras,
no habría más dudas, solo llanto.
No existirían más noches en vela,
solo velar por la paz añorada.
No habría un corazón cálido en resistencia
al amor impoluto. Estaría vacía por dentro.
Agrietada, ya no en fragmentos,
con ideas disipadas y un recuerdo fugaz persistente.
Sabés cuál es la fracción
que me interesa más en este juego.
Un juego. Así acepté lo que hoy aborrezco,
no quiero ser parte más.
Quiero romper en mil pedazos las reglas,
comenzar de cero.
Insistir hasta ganarlo,
que encuentres todo en mí, y en ninguna otra.
Te quiero tanto que me contradigo,
que sigo rogando por tu afecto.
Te quiero tanto, que no son fantasías,
que imagino tu rostro cerca,
que visualizo dedos entrelazados nuevamente,
que me pierdo en la primera noche múltiples veces.
No es cruel el destino.
No tiene la culpa de tus mares,
ni yo la tengo.
Si soy demasiada agua, dejáme ir.
Si podés contenerme,
no me compartas nunca,
buscáme y saciáte de mí para más que fluir.
No hay otra voz como la tuya,
ni otra mirada que me funda más en obsesión.
No hay delirios más hermosos
que tus peleas desafiantes.
No existe otro en otra parte,
ni existe universo donde no te conozca.
Estoy pidiendo tu presencia,
estoy sufriendo tu interés forzado.
Te extraño tanto que hay un hueco
en medio del pecho que tanto viste
y, sin embargo, nunca notaste.
Si no hubiera alguien, ¿Igual te habrías interesado más?
Pedís que no me enoje luego,
pero si nunca pude reclamar.
La rabia me sucumbió varias veces,
más en mi contra que a mi favor,
por estimar un futuro etéreo
sabiendo que nunca seré tu elección.
Y no me quejé. Jamás pedí demasiado.
Aprecié más tu atención escaza, como las demás.
Tengo presente que no fui la única,
que al menos una llora las mismas penas.
Que en esta flor espinada,
las macetas se caen y rompen,
pero aún esperan darte vida entre sus pedazos.
Pétalos marchitos, al menos tres te rondan en agonía.
En un lago de preguntas,
sigo esperando mi nombre
en tu respuesta.
Persisto paciente, pero no sé hasta cuándo,
ni dónde se corta esto que me ata con fuerza.
¿Llegás antes, o me dejás ir?
El reloj empieza a fallar en tu desierto,
pero mi corazón lo sufre, si por él
no sacrificarías ni una gota
del amor que te sobra, querida tormenta asolante.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión