Todo lo que conocí y crei se derrumbó, tome las riendas de mi vida.
Ya me cansé de ser débil, cuando me libere de lo que me ataba y lastimaba, me siento diferente todos los días, me desconocía y fui más de lo que decían que soy.
Miedo, dudas, el peso de haber dejado lo que conocí sintiendo me desnuda.
Hasta que conocí personas que me ayudaron sintiendo está chispa de seguir viviendo, experimentar la calidez, la alegria y esa libertad de hacer mi propia vida, a pesar de mi libertad de tomar mis decisiones, buscando mi propia voz, mi propio ser.
Mi mundo se destruyó, y cada paso que tomo estoy construyendo uno nuevo que se adapte a mi, mi propia realidad, porque todo viaje comienza con una despedida y el mío fue de mi sangre.
No tengo miedo de perder, mientras no me pierda conmigo misma y siga siendo yo misma creciendo y evolucionando.
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