Todo quiere morir

Las flores ya no florecen. Las estrellas palidecen hasta fundirse con el color de la mañana. Las plantas se mueven al son del cantar ventoso que atormenta sus raíces pero sus hojas caen progresivamente hasta morir. Los niños no jugarán en un patio. No te abrazaré por la mañana. No conoceré el mundo contigo después de ahorrar para nuestro viaje. Ni me levantaré a la mañana dispuesta a la vida no solo por agotamiento sino porque ya no hay nada. Solo un cuerpo que volvieron fardo y el fardo se come en el invierno o se tira pero siempre desaparece. Lo que me resulta extraño es que hay una fuerza en mi interior que me impide morir pero no quiere vivir llena de odio y frustraciones y pérdidas de una mente emocionalmente mentida y corroida. Un cuerpo fardo habitado por nada. De una persona harta de buena voluntad de hablar. De un cuerpo harto de dolor caminando entre trampas. Ya no se lo que siento, todo se aplasta dentro mío y como ya no hay estructura ni fuera ni dentro, no se que es lo falso y lo verdadero. Parte no te entiendo.