08.02
A dios. No hay tal dios. No ha impedido ninguna injusticia. Los traidores pueden disfrazarse de amigos y han arruinado todo lo que alguna vez traté de construir.
Hubiera podido utilizar mi capacidad para definir cosas para investigar cosas que aporten a la humanidad y al socialismo. Y me tengo que deshacer de eso si debo deshacerme de mi.
Y la verdad es que desde el abuso soy un zombie medio vivo, medio muerto. Me arrancaron mi lugar en el mundo, el que yo había construido. Con un abuso, una cruedlad, una manipulación, una brutalidad, maltrato de parte de una persona de extrema confianza. Y es tan irreversible la forma en que se encargó de romperme, y el lo sabe, que esto es inevitable. Y seguirlo estirando solo estira una agonía que no se termina nunca y como el mismo dijo "aleja el desperdicio" de sus manos.
Yo amaba la vida antes del abuso y me cuesta mucho aceptarlo por el método de desgarro y muerte progresiva al que me dejé someter con mi cabeza perdida buscando un gramo de humanidad en este ser que se hace pasar por socialista y le hizo esto a una mujer de la clase que quería salir adelante, para divertirse un rato. La traición, el trauma complejo. Lo expliqué muchas veces.
El lugar de un cuerpo, que es lo único que queda de mi. El lugar de la vida fue cruelmente destrozado.
No soy dramática ni nada al decir que es lo mejor porque no quiero ser una carga. Esta puede ser una pseudo carta de despedida. No lo sé. La veo bastante berreta. Pero nadie es tan importante y más alguien que está tan rota por el abuso psicológico y la destrucción de todo lo que la ataba a la vida que no puede aportar nada util al mundo salvo cómo se puede destruir a alguien y tener los guantes blancos como si la vida, el proyecto, las relaciones, los sueños, los propósitos, los ideales, el partido.. nada nada nada importara.
No hay santuario, lugar seguro en un mundo confuso y hostil cuando la hostilidad entra a vestida de amigo y destruye todo lo que importa en la vida, todo.

Notas erráticas que intentan dar cuenta
No cualquier vida, yo quería la mía. Las palabras cuando no hay salida, ni las palabras. No puedo más con tanto dolor ni deshumanización.
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