Toda mi vida se me acercó gente
que necesitaba algo de mí,
como si mi presencia ayudara en algo...
obvio, lo ignoraba.
Fue un dilema con Dios,
con el universo,
conmigo.
Me negaba a pensar
que eso tuviera algo que ver
con mirar hacia adentro.
Miles de señales sobre espiritualidad,
personas clave que aparecían
solo para decirme:
“es por ahí”.
Y rápido se iban,
ya no estaban.
Pero cuando dijiste
que esta era tu última vida,
no pude dejar de pensarlo.
Y vos sabés…
cuando algo se clava así en la mente,
no es por nada.
Lo analicé.
Lo sentí.
Me dio paz.
Me sentí cómodo
por primera vez con una idea así.
Y ahí empecé a pensar:
¿y si siempre nos estuvimos buscando
para terminar de aprender algo?
¿Y si por eso se siente esto que ya sabemos,
esta sensación de habernos conocido
desde siempre?
Justo aparecés
cuando de mí
solo quedaba un pedazo,
y me hablás de todo esto.
De todo eso
que yo siempre sentí
y nunca pude hablarlo con nadie.
Ahora entiendo
por qué tengo esta energía,
esta sensibilidad,
este desapego de lo material.
Por eso realmente creo
que encontrarnos no fue casual.
El último saber que nos falta
es espiritual.
Tal vez vos quieras
que esta sea tu última vida.
Yo creo
que todas las señales me estaban preparando
para entender
que puede que esta sea
la última mía.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión