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    Ya no sé bien qué me pasa, y no lo digo como algo así nomás. Lo digo de verdad, no sé qué me pasa.

    Me siento como si ya tuviera las llaves, pero no encontrara nunca cuál es mi casa, MI lugar.

    Ese lugar donde por fin pueda quedarme sin miedo.

    Quisiera sacar mi lado duro, el que no llora, el que se ríe, el que sale, baila y se olvida de todo.

    Pero no. Hoy no, hoy me curo. Hoy me meto en la bañera hasta arrugarme, como si el agua pudiera ablandar lo que tengo adentro, como si el dolor pudiera ahogarse, aunque sea por un rato.

    A veces creo que estoy por entenderme, pero mis miedos siempre gritan más fuerte.

    ¿Siempre fui así? ¿O me fui perdiendo de a poco y nunca me di cuenta?

    Hoy, solo por primera vez diré que me quemé por dentro cuando en serio me mire

    Me sinceré, me fui, me moví, me aleje y ya no sé qué quiero hacer. Al menos sé lo que no quiero.

    Tengo claro que esto es un entrenamiento, para aguantar, por si algún día viene algo peor. Porque si esta cultura nos hace adictos al sufrimiento, y después nos lo vende como resiliencia, entonces sí… yo soy adicta a una fila interminable de lamentos.

    Hoy será mejor que no baje, no quiero ver a nadie. Voy directo contra el piso, no sé si para estrellarme, o para arrancarme esto que tengo adentro y que ya no quiero más.

    Quisiera hacerle un masaje a mis pensamientos, para que se ablanden, que se calmen, que dejen de pelearse entre ellos. Que me dejen en paz, sin imaginar un futuro en el que tal vez yo no existo.

    Sin que me repitan una y otra vez, como una película vieja, todo lo que me dolió. Todo lo que ya viví, todo lo que no quiero volver a sentir.

    Y sin embargo, en cada borra del café, veré, sigo buscando fe. Fe de que voy a estar mejor, fe de que esto no va a ser para siempre.

    Resucitaré, de las cenizas incluso si después vuelvo a arder en llamas.

    En alguna vuelta te veré.

    ¿Sabés? Ya no tengo miedo de perder. Porque me perdí tantas veces, que ahora cada pérdida se parece a una nueva forma de empezar de nuevo.

    Y si en alguna de esas vueltas me ves, no me preguntes nada. Solo abrázame y quizás así… se me pasa.

    Pau Molina🏹🪽

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