mobile isologo
    buscar...

    Ternura pasionaria

    KAIKI

    Abr 14, 2024

    0
    Ternura pasionaria
    Empieza a escribir gratis en quaderno

    Extraña sensación la continencia de sentir el pecho rebosante de amor genuino y tierno, y no tener dónde plantarlo. A mi alrededor, sólo tierra acenizada y descompuesta, indispuesta. No-disponible. A menudo me pongo a reflexionar acerca de mi necesidad vital de dar amor. Si será porque soy raíces de árbol podrido o de las raras ramas que han descubierto cómo trepar por el aire libre, tan alto que ya no saben dónde ir. En lo más bajo de la tierra o en el cielo más claro, me siento en prisión, habitando un purgatorio constante. Sucede, pienso, que en los extremos, no hay nada, ni nadie. Soy sólo yo y mi amor inconmensurable, con ganas de reventar, quienes accedemos a esos lugares extranjeros. Querría que fuera armonioso, pero ¿se puede apaciguar algo así de labrado pero tan visceral? La auto sentencia del ejercicio de ahogar las pasiones, las formas, simplemente no es viable.

    Por otro lado, se me ocurre, entonces, cuántos amantes habrán cerrado puertas de un golpe con la potencia e inminencia de su propio miedo o del no-saber-qué-hacer con tanto amor… Nada más doloroso y confuso que tener que descifrar esos enigmas porosos a oscuras por tu cuenta. Ahora sé que no soy demasiado, que mi ternura y sensibilidad no son el problema, pero a veces sí que es solitario. Similar a cuando Novalis escribió “estamos siempre solos con aquello que amamos”. Existe el amor como amor, como enamorarse, como apreciación, pero también amor como ternura. Como el amor por una maceta en lo alto de una vieja terraza que veo de pasada mientras regreso de cursar (¿quién le va a decir? ¿cómo lo va a saber?) o por los recuerdos de cuando el árbol del barrio era solo un esqueje recién plantado en el cantero y ahora hace de sombra para los perros y para mí. Por el brillo y movimiento del pelo de mi amiga mientras me está hablando y yo en disociación. Pienso en cómo decirle que su pelo combina con su personalidad a la perfección y esa belleza es digna de remarcar, pero simplemente no encuentro el momento. Las pasiones son el despertar de la vida sonámbula, artesanías pulidas de la consciencia, altares que responden sólo a lo puro. A veces creo que he inventado un lenguaje lo suficientemente inaccesible. Pero nunca demasiado, ni blanco-negro. 

    Necesito homenajear el amor líquido que contengo y amenaza con rebasar, moldearlo con mis manos fuera de mí, hacerlo existir en otro plano igual de importante —sino más—, y realizar una entrega pasional al mundo de forma similar a lo que sucede con el arte. Anhelo que todas las cosas pequeñas que se acumulan en un enjambre de amor dentro de mí cobren vida propia y se erijan en frente de mis ojos. Anhelo compartir ese amor pues este es eterno mientras yo esté y, si tengo toda una vida para redescubrirlo una y otra vez como una buena película, espero que ocurra en sintonía con otra mente y cuerpo que desee acogerlo y compartirlo también. Anhelo, con esperanzas, conservar esta ternura pasionaria y sentir que hay lugar o persona para todo ello. Esta noche, lo comparto con estas páginas. 

    KAIKI

    Comentarios

    No hay comentarios todavía, sé el primero!

    Debes iniciar sesión para comentar

    Iniciar sesión