Tendremos el famoso hilo rojo?

Me encanta este juego –tan nuestro, tan perverso– del tira y afloja. Un histeriqueo constante de parte de ambos. Aunque ya no sé si te quiero, ni si vos todavía lo hacés. Una vez me dijiste que, si no era conmigo, ibas a buscarte a alguien igual.

No quiero quedar como la víctima, porque fui yo quien rompió tu corazón, y solo Dios sabrá cuánta tristeza te causé. No sé bien por qué lo hice, ni por qué tampoco logro olvidarte del todo. Siempre termino buscando tu atención, siempre hago algo para que caigas… y caés. Parece que todavía no perdí la magia.

Quizás es que me sigue seduciendo tu forma de ser. Porque no sos como el resto: me confrontás, me desarmás, me sacás de la mentira y me dejás desnuda en la verdad. Me hacés quedar en evidencia, como si todavía tuviera actitudes de nena. Y eso… me descoloca.