Nos une un hilo,
pero no el del destino.
Lo nuestro no tiene gollete,
no hay final en algo
que nunca debió empezar.
Este vínculo maldito,
tan tenso como nuestro diálogo.
Me deja marcas en la piel,
me corta la circulación
y me ata de pies y manos.
Tirá, nomás, seguí tirando,
que ese hilo quede bien finito.
Gastalo en palabras vacías,
rompelo con verdades amargas.
Te pido que cortes esta tensión absurda,
terminá con tu jueguito retorcido.
Pero no te equivoques:
por más que tires,
no me vas a deshilachar más.
No me vuelvo a enganchar en tus brazos,
no soy más tu muñeca a cuerda,
ni vos mi "roto para un descosido."
Porque yo misma
cosí el tajo que dejaste en mi corazón.
Y no te voy a mentir:
me enredé con tus mentiras,
tropecé y quedé atrapada en tu red,
con el alma hecha jirones.
Pero hoy entiendo que solo fue un error:
debí cortar el hilo y destruir tu telaraña macabra.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión