te quiero con el ceño fruncido.
te quiero cuando me ves como si fuera un loco invadiendo tus rituales más personales.
te quiero cuando escupes.
te quiero cuando garabateas.
te quiero todas las veces que te desespero.
te quiero cruel.
te quiero cuando no te quiero.
te quiero cuando no sabes que te veo.
te quiero blanda.
te quiero con una sonrisa de medialuna que me compartes sólo a mí.
te quiero dormilona, cuando se te entiende cada vez menos y tengo que callar, acercarme y leerte.
te quiero sensible, en exceso para este lugar.
te quiero frágil y agrietada.
te quiero en tus inseguridades más calladas.
te quiero cuando me quieres, poquito y a duras penas.
te quiero, como se quieren a las memorias de la pubertad, con manchas de frambuesa y rodillas raspadas.
te quiero cuando más te amo y cuando puedo admitirlo.
te quiero si me dices que no me quieres.
te quiero, porque tengo la vida para intentar que me quieras.
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