te extraño

pareciera que fue ayer.

pareciera que fuera ayer que te elegí entre todos esos gatitos asustados en una canasta. eras el más llamativo, tu pelaje anaranjado con blanco me fascinó desde el primer segundo.

al inicio no correspondiste mi cariño, mí versión inocente de tres años te abrazaba con mucha fuerza. como una promesa de que una vez en nuestro hogar, no te dejaría ir.

creciste más rápido que yo, y al tiempo te conseguimos un nuevo amigo. amigo entre muchas comillas, porque en un comienzo nunca congeniaron. peleaban a cada rato, tus patas lo golpeaban constantemente y la bolita de pelos se quejaba.

durante todo este año no lo hicieron tanto, supongo que se acostumbraron a la presencia del otro. pero, en tus últimas semanas volvieron a ladrarse y maullarse con ¿celos?

creo que, me contenta saber que mostraste señales y las noté. eras arisco, pero volviste a ser ese gatito asustado con ojos grandes y verdes en busca de amor.

en estos meses, siempre cuando despertaba estabas en mis pies, dejabas que te alzara y me lamías la cara. a veces te apartaba y te decía "gato pesado". pero nunca lo pensé verdaderamente. sé que sos un animal y no entendés mi idioma, o tal vez un poco.

aún así, te aseguro que quiero que vuelvas a "molestarme". quiero tanto que regreses y maulles, que tu cuerpo gordito se sienta en mi regazo y tener que abrirte la canilla para que tomes (porque preferías beber de ahí).

me sigo acordando de esos detalles, los más insípidos. pero, tus maullidos... temo que se desvanezcan.

mis papás me dijeron la noticia a la mañana. no pude caer en cuenta, lloré un poco y seguí con mi día. vino malu, ¿te acordás? la nena que te abrazaba. jugamos en el patio, alejadas de vos. pero, lo raro era que no te parecías en nada. la tierra te cubría y estabas rodeado de piedras. donde solías estar. pero tu presencia era nula.

pero, al día siguiente en la noche, la nostalgia me pegó fuerte, como una daga en el pecho. me acordé de vos y entendí que no había vuelta atrás. te habías ido y para siempre.

pienso cómo debió pasarla mi papá al verte tirado en la vereda. no había sangre a tu alrededor, mi gordito. falleciste naturalmente, después de 12 añitos.

pero, ¿por qué ahora? ¿por qué en este mes? si hay una posibilidad de que un dios exista, ¿por qué a vos? nadie puede contestar mis preguntas y me desespera.

esta navidad va a ser increíble porque va a ser en nuestra casa, y ya tenemos todo organizado con male. pero, ¿de qué sirve tener todo, si no te tengo a vos? o mejor dicho, tenerte a vos era tenerlo todo.

no dormí una noche entera y al día siguiente seguían estando los rastros de lo que traté de ocultar, cubriendo mi rostro con la almohada.

y dejame decirte, que tu ausencia nos afecta a todos. a mamá, la que a veces te sacaba de la cama con desprecio. y si, si lloró. se tomó un tiempo para llorar mientras yo dormía a la mañana siguiente de tu pérdida. y toto... toto perdió bastante energía. perdió su rutina diaria. ojalá poder saber lo que pasa por su mente, saber si sabe que te fuiste para siempre o tiene una mínima esperanza de que vuelvas.

no creo en nada, pero deseo todos los días que exista la reencarnación para que vuelvas a mis brazos.

de hecho, anoche soñé que conocía un gato parecido a vos. con el mismo color y los mismos ojitos.

no eras vos, pero ¿lo raro? sentía que lo conocía de toda una vida.

te extraño muchísimo mi bebé, prometo que ningún otro gato va a estar a tu nivel. igualmente, no planeo tener otro hasta muuuchisimo tiempo.

siempre vas a ser mi favorito 🤍 el mejor gatito de todo el mundo.