Desde que te fuiste no te he escrito.
Pero te escribí.
Cuarenta y cinco páginas, para ser exacto:
veintiséis poemas, dos cuentos
y una carta sin terminar.
Hice cuentas.
Dolor aparece diecinueve veces,
extrañar veintitrés,
olvidar quince,
arrebol una,
amor… cuarenta y seis.
¿Tu nombre? Ninguna.
Aunque no necesito escribirlo para que sepas
que todos hablan de ti, incluso los que no.
Y es que todo lo que me duele termina en mi libreta;
todo lo que escribo es más tuyo que mío.
Escribo porque nunca pude entender.
Escribo porque no puedo con tanto.
Pero no escribo para que me leas:
escribo para soltarte,
para recordarme que un día me quisiste,
que sí exististe,
como una advertencia de lo que hoy ya no es.
Así que escondo tu nombre en cada palabra,
aprieto fuertemente la pluma y recargo la tinta una y otra vez
hasta que te vuelvas imposible de borrar.
Y si no te vuelvo a ver,
escribiré poemas sobre ello.
Puedes quedarte con todos.
Todo es tuyo.
Inclusive yo.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión