me levanto por la mañana, me preparó un té, lo dejo, me acuerdo, lo tomo frío
todos mis tés son fríos desde que dejé de creer en nuestro amor.
escribo algo tratando de encontrar algún sentimiento que cure por dentro mi malestar.
camino por la cocina, bailo un poco la canción que un día dijiste que era para mi.
es un día hermoso y de repente el borrador que había dejado varias semanas atrás sin terminar, si ese, el mismo que había empezado siendo una carta triste, de repente se convirtió en una carta de amor.
es primavera y todo vuelve a florecer, es el primer invierno que pasé esperando que pasara algo malo (como todos los inviernos por supuesto) pero este invierno no fue triste y en soledad, ni estuvo lleno de malas noticias y lamentos, no tuve que despedir a nadie, no tuve que llorar por amor.
ya casi ni recuerdo esos días en los que creía que nunca iba a volver a amar.
mis tés frios se convirtieron en un recuerdo lindo, las canciones tomaron un nuevo significado, las flores crecieron como nunca antes lo habían hecho.
pude darme cuenta que no había nada grandioso en personas que me hicieron añicos el corazón, descubrí que el amor no tiene que doler y que lo maravilloso de este mismo es que siempre va a estar adentro mío.
y mientras lo esté voy a poder amar(te)
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