te digo “mi amor”, y mis labios rebalsan de ternura
lo digo y veo tus ojos brillando,
sumergidos en los míos.
voy por nuestra casa y digo mi amor.
Y mi vida entera se dedica a pronunciar tu nombre en versos.
tu cara entera,
la que quiero que tengan mis hijos.
Mi amor, mi amor, te escondiste por años,
y aún te busco,
cuando la desesperación me superaba,
escribía tu nombre cien veces en tinta roja.
este amor inválido,
este amor que se desborda
este amor que enferma
estos dedos míos
que te necesitan como musa.
cierro las ventanas,
el ruido del mundo sin vos, me aturde.
las abro, para que el mismo me escuche gritar tu nombre.
guardo todos los vestidos que usé
cuando bailamos.
estás lejos, en el sur,
son las cuatro, y las campanas suenan,
y te espero, mi cuerpo te espera,
mis piernas te necesitan.
desespero, ya que no hay tacto en las madrugadas.
estás lejos y tus manos
dibujan garabatos en el aire,
que se transportan a mi pecho.
querido: no te olvides, que esperé cien años
para que mis hijos tengan tu sonrisa,
y aún no sucede.
la esperanza da un portazo,
miro hacía arriba y espero el sueño.
las estrellas brillan bajo mi techo,
que lástima, que lástima
que lástima verte
faltar a una cita, de un amor tan certero.
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