Solía ser como el verano. Abrasadora, sofocante, tan brillante.
Quemaba hasta en la sombra, pero hacía que uno quiera arrimarse para volver a herirse una vez más.
Tan gradualmente se fue helando, quizás por necesidad. Su espacio era su mundo, pero su mundo no tenía espacio para nadie más.
Frágil, desolada, tan liviana de emociones.
Sus otoños eran eternos. Cada fin de marzo comenzaba un nuevo ciclo que se apagaba en febrero, sin pasar por ninguna primavera.
Nos mirábamos y eramos radiantes, a nuestras espaldas exhudabamos frío. Mucho frío.
Quizás eso fue lo que pasó.
El estío se nos enfrió y nos ganó el invierno.
Nikkel
Hola a todos! Soy Nikkel, músico e intento de escritor. Estoy acá para leerlos y compartir con ustedes un poquito de lo que escribo. Tengan todos un gran día 😁
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