tanto por decir

he querido tanto a Tantos,
pero vos,
siempre siendo excepción
ahora sos un muerto,
me mutilo el corazón mientras te escribo
con una tinta que ya no es capaz
de reconocerte,

vos, que te volviste fantasma,
que te escapás de mis palmas,
que te escurrís entre zanjas.
vos, que me tenés escribiendo en tu lengua,
ajena a la mía,
ajena a mi alma,

vos, a quien yo adoraba,
con fervor te adoraba,
¿dónde andás?
¿en qué calles te perdés?
para encontrarte,
quitarme estas ganas de una buena vez,
si vos sabés que te llevo en la sangre,
que me habitás la ternura,
las entrañas,
el lenguaje.

vos,
que ya no estás,
vos sos inspiración de estos versos
una última vez,
con un último café.