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También el Hielo quema (Seres)

Jul 6, 2025

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También el Hielo quema (Seres)
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— Te amo…

La oí remotamente mientras dormía,

Así fui adentrándome en un sueño,

Sin pensar el hecho de que pronto se tornaría pesadilla,

No pude despertar al momento,

Me adentré en la ilusión y proseguí mi desventura.

Vi en mi desdicha el hecho de tener que revivir una y otra vez,

Pero la duda me aquejaba ya que se repetía;

No vi cuál de todas las muchas pocas que he amado era ella,

Su forma cambiaba respecto a ellas,

Aun así, carecía de rostro.

Puesta en marcha la hipnosis hiriente,

Veía sus sonrientes dientes;

Caminamos por praderas,

Que pronto se tornaron fangos cenagosos,

Ella se hundió junto conmigo y caímos en el vacío.

Retorné al cuerpo en el sueño mientras caía,

Reaparecí y ella al lado curándome heridas,

Pareció tan real el hecho de yo haberme lastimado,

Que no noté que ella lloraba dolida.

Así en el suelo alcé mi mano para con ellas quitar sus lágrimas,

Mientras estas bajaban por mis dedos,

Se tornaron sangre;

Y las caricias que le proferí,

Parecieron desmoronarle.

Grité en el duro suelo,

Y se ahogó mi horror,

Tanto era su llanto que, en el grito que daba la sangre subía y me ahogaba de espanto;

Asfixiado ya hacía,

Morí y desperté de nuevo.

Estaba en sus piernas,

Ella cantaba y me sentí a gusto en su voz,

Era tanta la fineza de su canto,

Que no podía parar de oírla ni verla;

Dulce encanto.

En el canto que pregonaba, salía poco a poco un gutural polifónico;

Y, lo que era voz de canto hermoso, se convirtió en invocación de soledad y espanto;

Ahí vi una de mis tantas revelaciones despierto,

Esta vez era en sueño y estaba consciente de ello,

Lucidez y reconocimiento era ello.

Se reveló ante mí ese ser,

En su frente tenía la palabra “Solo”,

Sus ojos eran entre negros y grises con un fondo rojo,

Proferían frialdad,

Su aliento apestaba a ira, lo sé porque después de visualizarlo me habló;

Su voz, era silencio y muerte.

Vi su mano extenderse y alzarla a ella,

Yo estaba agitado y confundido,

Me miró a los ojos con su tétrico suspiro;

Sus dedos atravesaron a mi musa,

Le quitó el alma, la generosidad, el corazón, la razón y atención.

Perplejo quedé y corrí a ella aún confundido,

Mis pasos eran resbaladizos y caí de nuevo al piso;

Fría la tiró,

Como perro luego se la comió,

Asqueado quedé y de momento vi sus garras dirigirse a mí, procedí a morir.

Volví de nuevo al punto de partida,

Estaba ella al lado,

Se acercó a mí y sus manos estaban heladas;

Me mecía de un lado a otro con ella en brazos mientras sentía un olor raro,

Cada vez era más delgada y no por estándar de belleza.

Me alejé poco a poco quitando sus brazos,

Error mío fue, pues quedé perplejo de la imagen que veía;

Pudriéndose estaba frente a mí mientras me decía nuevamente:

— “Te amo”

Y en su deceso me instó a la Necrofilia.

Me negué al hecho,

Pues hacerlo con un cadáver me parecía una atrocidad,

Algo más allá que simple cobardía,

Y al seguir viéndola se hizo polvo;

Se metió en mis ojos.

Limpiando mi visión vi sus pies,

Y me percaté que estaba de nuevo en el lugar donde empecé;

La vi corriendo e insistió en que la siguiera,

Como un caballo sentí que troté kilómetros,

Me di cuenta que estaba perdido tratando de seguirla, así comencé a buscarla.

Le hablé, grité su nombre pero no oí nada;

Oscureció en la maqueta de mi sueño,

Así en la oscuridad noté que aparecía y desaparecía su silueta,

Me saludaba y decía: —“ven”; yo trataba de hablarle pero no conseguí respuesta,

Así poco a poco la sentí más indispuesta aun fuese una sombra belleza.

El cansancio me terminó por desmayar y,  al despertar de nuevo,

Me encontraba en medio de un profundo mar;

Ahí estaba ella de nuevo, la vi meterse y nadar alrededor de la balsa la cual parecía un hogar,

Náufragos éramos al parecer,

Así investigué la choza la cual tenía pocas cosas y parecía desmoronarse.

Y al subir ella de nuevo, se enojó por yo tratar de arreglar la balsa y mover sus cosas;

En nuestra ira causamos el destrozo de todo y, prontamente nuestra muerte,

Ahogados terminamos, con la balsa derrumbada y rota,

Por el mar parece flotamos;

Morí de nuevo.

Mientras poco a poco abría los ojos…

Me percaté que hacía frío;

Ella me tocó de nuevo,

El fondo era nuevo,

Pero el trasfondo me parecía conocido y a la vez ajeno.

En la frialdad supuse que estábamos en altura y montaña,

No me confundí,

Sin embargo, me di cuenta que esta vez su forma había cambiado;

Le pregunté quién era,

Tardó en responder…

Cuando lo hizo dijo:

— Soy “Sgroya” otros me llaman “Yuki-Ona” pero en tu caso puedo ser “Frau Holle

Quedé aterrado por el hecho de observar y ver que era hielo total,

Me tocó y me percaté de que también el hielo quema,

Me agarró en sus brazos y sentí una puñalada;

Después de dicho asunto, me encontré flotando en la nada,

Vi nuevamente al ser que tenía en la frente la palabra “Solo”

Ante mí había otros Seres;

Hablaron.

De entre ellos había un anciano que dijo llamarse «Negativismo», su aspecto era igual a “Geras”.

Otro nombrado «Irá», el cual tenía por morfología un aspecto similar a “Tukákame”, aunque a veces cambiaba y, parecía un jaguar negro y amarillo; variaba de biología.

Había uno el cual amarrado se decía «Odio», como nombre y aseveración; por alguna razón se asemejaba a “Xuanwu” la tortuga negra, esta cuidaba una enorme puerta situada en el norte; al parecer se decía había un corazón ahí.

También vi entre estos Seres uno que se dijo ser “Pasión”, aunque los Seres lo llamaban y le decían «Psique».

Estos, pasado un rato mirándome me dirigieron la palabra aunque, de fondo había otros varios Seres los cuales no pude saber su nombre.

— Aquí ya hace el superhombre, pues nuestra revelación de muerte te deleitará con la vida.Dijo «Negativismo» con una voz tenue y pasiva.

— Desperdicias la vida, y así la vida se desperdicia en ti. Agregó «Xuanwu». Sin embargo tras tu tonto sufrir, aprendes el hecho de tus errores y fracasos aunque te lamentes y resientas. Te lo condonamos pues, de mi mano emana tu venganza.

Espera en la soledad, esta será tu esperanza.

— ¡Estúpido por naturaleza; no ves el riesgo de ser sociable y caer bien por la propia naturaleza, redundancia vaya, sin embargo; eres precavido, no confías ni en tu sombra, eso es punto a favor en tu siniestra rareza! Exclamó «Tukákame» con fuego en el hocico y, procedió a agregar. ¡Te espero pronto, ya sea por tu mano, por tu “dios”, lo que llaman “Destino” o la naturaleza!…, Cualquiera de todo lo anterior. Al final la vida te lleva a mi, un ser que por la noche genera matanza.

— Psique por su parte dijo…

Deshonrando tu código estás, vives, disfrutas, ya no sueles amar cuando conoces, no te culpas y dejas con culpa; daño te ha hecho la vida, sobre todo ese ser de hielo que te genera ira. Yo también te condono pues…, nadie es mejor que nosotros en nuestra miserable vida, disfruta, ten riesgos pero…, procura algún día buscar salida, pues a la perdición nos llevará, y así te generarás nuevas heridas.

Terminó de hablar y llamaron al ser que vi en principio. «Negativismo» dijo que él sería mi guardián, pero que tuviera cuidado pues, al estar con él mucho tiempo podría corromperme, así lo renombró “«Solo»”, pues esta palabra estaba en su frente; le dieron una copia de la llave del Norte que cuidaba «Xuanwu»; y así «Psique» chasqueó sus dedos.

Retorne a mi cuerpo, abrí mis ojos  y, salí del sueño.

Sudando estaba,

Estaba perplejo por lo ocurrido,

Y me percaté que estaba empapada mi almohada;

No pude conciliar el sueño esa noche,

Y como noctámbulo me perdí en el pensamiento.

Procedí a escribir la siguiente noche esta historia,

Horror o revelación…

Nunca lo sabré;

Ahora estoy consciente, afirmativo y dudoso de lo que viví, vi y lo que soy.

Ángel Hipolito

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