a ese hombre le debo,
a ese hombre yo venero cual discípulo
a una imagen inmaculada — celestial.
yo a ese hombre le debo mis suspiros peor
pronunciados, rotos, desgarrados junto con el
sentir de ardor que mis velas desprenden en la
cera donde su arcano se halla, de arriba hacia
abajo escrito en cursiva y con un hambre que
lo devora pisada tras pisada.
aquel hombre [querido y varonil] me debe más
caricias de las que mi acurrucada timidez le
logra pedir, versos de placer que se usan como
señal que de a toques yo bajo su anhelo me
quiero derrumbar pero nunca morir / no me
permito que mi último latido no se trate de ti.
de la A hasta la Z te recito poema tras poema para
que no te enamores solo de mi tonta caligrafía
sino del temor inminente de que la luna caiga
en tus encantos, en lo tersa que es tu piel
y se embriague con el aroma que a estas
horas me confiesa entre roces, deletreando
“soy de ella— de ella y de nadie más.”
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión