El sujeto no puede no sociabilizar, su mente lo atormenta, y la cotidianeidad lo agobia. No tolera el pensamiento de haber rechazado su reino y haber perdido su tiempo.
Por eso busca destacar dialogando, siempre resaltando sus habilidades, las cuales no son sobresalientes, sino más bien de un accionar estándar o "normal".
Al confrontarlo sobre las mismas, o cordialmente minimizar sus "hazañas", responde con violenta ira y rechazo, buscando ciegamente herir con oraciones mundanas o vacías al individuo que emite el mensaje. Se presenta un latente complejo de inferioridad ante tal situación, lo que puede llegar a producirnos lástima y ceder ante la insignificante personalidad y voluntad del sujeto al que se evalúa. El sujeto es un "pobre diablo" y un "parásito" que vive de la valentía y el coraje de otros, aferrándose como una garrapata a un cuerpo principal, que es el que impacta en la realidad por él y lo provee de emociones para transitar el día a día. Ya que su realidad es que necesita de otros individuos para mantener en orden sus ideas, porque la soledad lo lastima y no es capaz de lamerse las heridas por sí mismo; posee una impotencia ante dicha situación que prefiere que el tiempo cicatrice su dolor, mientras él sigue proyectando en otros sus propias falencias.
Proceda a ejecutar al parásito, señor. Ya no nos sirve...

juan khan
Escritor random, aleatorio, al azar. A veces correcto, a veces bien loco. Con errores de ortografia quizas, mas detallista en otros momentos. Raro, exotico y surreal lunfardista.
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