mobile isologo
buscar...

Sueño o pesadilla N° 3: Ladrillos, parásitos y un gemelo desgarrado.

Ro

Jul 2, 2024

78
Empieza a escribir gratis en quaderno

Estoy incómoda, en mi auto, auto que es literalmente un ladrillo flotador.

No entro bien, no me puedo agarrar bien, pues ni mis nalgas son suficientes para caber en el ladrillo.

Además flota, y para que avance, gire o frene, hay que hablarle, indicando las acciones a seguir. No toco el piso, por unos pocos centímetros, pero andando a 30km/h ya da una sensación de vértigo.

Totalmente inestable e incómodo, viajan todos en ladrillos voladores.

Los semáforos son personas, varones de unos 20 años como policías de tránsito indicando el paso de cada carril.

Los semáforos son rubios de rulos, pelo corto y ojos celestes, caras muy angelicales o de muñeco, que se ofuscan zapateando el piso si alguien se pasaba en "rojo".

Esperando el verde, el semáforo se fue. Nos mirábamos con los demás conducotres porque no sabíamos si avanzar o no.

El semáforo tenía frío, fue a buscar abrigo.

Me da el verde y continúo mi viaje incómoda y con algo de vértigo hacia el hospital, no trabajo ahí, no tengo a nadie internado ahí, no se a qué voy.

Simplemente aparezco en un despacho, dentro del hospital, una habitación de 3 x 3 aproximadamente, una puerta, no recuerdo si celeste o verde claro, pero con una ventana grande esmerilada. Hay un sillón de una tela un tanto aterciopelada de color marrón, largo que ocupaba casi todo el ancho del despacho.

Más parece una oficina de detective que algo médico. Hay muchos papeles por todos lados, pilas de papeles en el suelo.

Estoy sentada mirando a una ventana, en la pared opuesta a la puerta, cuando aparece alguien, una chica rubia, blanca, ojos marrónes y cara algo redonda, está vestida de oscuro.

Ella me cuenta, algo enojada, que tiene parásitos. El asunto es que los emanaba, como si de ella desprendiera confeti, parásitos que parecen de papel vegetal, de color blanco, con forma de oruga.

Ver que desprendía tantos parásitos me asustó, me dio asco. Me paro sobre el sillón insultandola por acercarse tanto a mi, y ella entiende mi enojo pero se enoja también. Agarra sus parásitos en un intento de irse, como agarrando sus petates para retirarse ofuscada... pero uno de los parásitos estaba agarrado a mi gemelo derecho y ella no lo notó, yo tampoco.

Al agarralo, entre la muchedumbre de parásitos, tironea mi piel y desgarra mi gemelo como si hubiese abierto una abertura. El interior del gemelo está hueco, solo atraviesa el hueso, limpio y amarillento claro.

La abertura no es agradable, es irregular, se ven el músculo y la piel desgarrados

No hay dolor, ni sangre. Miro si adentro estaba todo en orden, pues hay algo que lleva una pila, no se qué es, pero estaba en orden, eso estaba andando.

Trato de cerrarlo, juntando la parte que cuelga desgarrada con cinta hipoalergénica. Estoy sola.

Voy a salir del despacho, quiero buscar un médico entonces voy a ir a la guardia pero hablan detrás mío antes de abrir la puerta,

-¡Apurate!

Miro detrás y hay un médico, me pide recostarme en el sillón. No quiero, abro la puerta y es una locura el pasillo, gente corriendo, camillas yendo y viniendo. Cierro la puerta.

Me recuesto en el sillon como el médico dice. Me tapa con acolchados y yo cada tanto miro mi pierna para ver que no se haya abierto de nuevo... estaba abierto. - ¡Ay pará! ¡Está abierto, se me va a infectar!

-No, tranquila.

Vuelvo a taparme, está calentito, me da sueño y me duermo.

Me despierta mi mamá, tengo que ir a trabajar, el amanecer por la ventana es ultra naranja y culmina en violeta intenso.

Hermoso.

Ro

Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor

Comprar un cafecito

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión