Dicen que nos movilizamos por una meta, por una razón. Que los seres humanos somos seres sociales porque debemos relacionarnos con el fin de cumplir la meta natural que nos es asignada. Amor, familia, carrera, dinero, poder, talento...
Pasan los días, pasan las personas. Todas aquí y allá en busca de sus sueños, trabajando para lograr ese objetivo que anhelan.
Pero, ¿qué pasa si no me siento en búsqueda de ningún sueño?
Muchos creerían que eso me quita la presión, o debería liberar mis pasos. Pero en vez de eso, siento un profundo vacío. Un deseo de llenar mis ganas de algo, que me apura y me recuerda que mí tiempo pasa, y sigo siendo insignificante.
¿Qué pasará si no puedo encontrar mi sueño antes del día de mí muerte? ¿Qué dirá mi lápida tan deprimente y en blanco? Amada y adorada... ¿Qué?
Sigo en mi insomnio buscando respuestas mientras miro mis dedos escribir. ¿Podrá éste ser mí sueño?
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