Y tiro porque me toca.
Y entonces ¿Qué ha ganado alguien de algún Pueblo del mundo, con la guerra de Ucrania?
Nada ha ganado ningún ucraniano de a pie; ningún ruso, ningún alemán, ningún español aunque sea fachapobre; nada ha ganado ningún estadounidense; hablo siempre de la gente de abajo, de los nadies, de los tú y yo.
Las guerras siempre las pierden los Pueblos, que son quienes ponen los soldados en las fosas y los cementerios. Que son quienes ponen los escombros de sus propias casas, aderezados con muertos.
Las guerras las ganan cuatro ricos que venden armas; que saben sacar provecho de la destrucción encargándose de la reconstruccion; que se quedan con los recursos del terreno desolado; que son unos malnacidos.
Lo diré de nuevo: jamás sean soldados. El líder gobernante que quiera matar que vaya el primero. Así se acabaría el cuento. Cuando mueran quienes montan las guerras, el mundo será un lugar más bello.
Lo más del mal tiene su origen en la usura, el egoísmo, la ambición, el deseo de Poder. Se sienten dioses porque tienen mucho dinero, muchísimo, y ¿Qué otra cosa pueden hacer sino pretender ser los dueños del mundo?
Un mundo extraño si fuera como ellos lo imaginan, por cierto:
°°Ya no quedan negros, gitanos, comunistas, homosexuales, sindicalistas, trans, anarquistas ni ateos. Los pobres que se necesitan, muy sumisos, hacen las tareas que todavía no pueden hacer las máquinas. El arte está controlado en todos sus modos y variantes. La población merma adecuadamente al ritmo de las necesidades de la oligarquía reinante.
El Capital (ismo) ha conseguido sus últimos objetivos. La guerra, eso sí, nunca termina, hay que seguir inventando enemigos°°.
Algo así querrán.
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