Soy una mosca

Un extremo, eso es lo que soy. Gigante, ruidoso y molesto como las moscas en el verano.
¿Debería colgar una bolsa de agua como hacen en el pueblo? Supuestamente eso espanta a las moscas, pero
¿Y si yo soy la mosca? ¿Debería colgarme una al cuello?
A mi el agua no me da miedo, aunque no me bañe muy seguido, ¿Por qué eso espantaría una mosca? Que alguien estudie esa leyenda urbana.
Siempre hurgando la mierda, hurgando en los muertos en vida.
Mis alas de papel film son frágiles pero hasta ahora se la bancan. Refriego mis manos, refriego mis ojos que lloran y aún así están resecos.
El zumbido de mi andar es lo que me moviliza y también lo que enloquece a los demás ¿Para bien? ¿Para mal? ninguno existe, pero seguro que para mal.

Si yo soy mosca, vos azúcar, a mi me encanta a vos te mata, te derrite, te desvanece.
Seré mosca y no azúcar pulcra ultra refinada, pero al menos puedo volar. Volaría lejos hasta llegar a un lugar que no sepa cuál es, que no se estudie en geografía, que no sepa hablar el idioma, tal vez así calle definitivamente porque no quiero aprender nada nuevo, ya nada me interesa.
Las moscas andan solas, no hay una palabra como jauría para las moscas, sólo son ellas y su vuelo, lo único que las mata es el veneno.
Envenename si te animas porque seré bicha pero no tengo cerebro de mosca aunque luzca como una.