Son un cántaro roto y por mis grietas se desparraman mis lágrimas
De un momento a otro tu cuerpo se desvanecio en mis recuerdos
Y tus besos se diluyeron en el tiempo
Soy un cuerpo sin ojos, en la oscuridad sigo buscando tu silueta
Algo inmensa, algo incompleta
Tus últimas palabras quebraron la fortaleza de mi indómita alma
Y me quedé esperando tu regreso mientras las hojas nacían, crecían y morían
Soy tus miedos enterrados en el fondo del cajón de tu ropa
Empolillados, humedecidos por el moho
Me quedé atrapada en ese campo de flores marchitas, de pasto podrido, de ramas negruzcas, de frutos prohibidos
Mientras cada parte de mi piel va subumbiendo al cortejo del olvido
¿Aún me recuerdas?
Ahora soy esas palabras que murieron en tu mente
Mientras intento aferrarme al polvo de tus zapatos, a las huellas de tus caricias, a las grietas de tus ojos
Grita si aun extrañas el brillo de mi risa, ahora eclipsada por la gelidez de mi ausencia
Vivo cada día almacenado recuerdos en la alacena de mis amores frustrados
Mientras ya no te veo en el camino que creamos
Pienso que fue la mejor decisión
Dejarte ir
Porque tú nunca me quiste aquí
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