Llevo en mi alma
tu nombre.
Soy tan tuya que en mi piel,
aún se escuchan tus caricias.
Sé que no me has amado tanto como yo.
Pero aún así; quisiera tomar entre mis manos
tu rostro.
Admirarlo tiernamente
y poder decirte que soy solo tuya.
Si supieras que te pertenezco
como la luz de la luna que se refleja en el mar,
moriría entre tus brazos.
Ámame hasta hacerme desaparecer,
tómame como un vino añejo,
gritame como el viento a las montañas,
acaríciame como la costa al mar.
Moldea mi cuerpo como el digno escultor que eres.
Soy solo tuya,
tan únicamente tuya.
Dime que salte el abismo,
que abrace el fuego
o que me ahogue en el mar.
Solo para tener tu amor.
Soy tuya,
tuya mi vida,
tuya mi muerte.
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