nací esperando compasión
nací suspendida y sucia
hablando un idioma raro, el de la tristeza
que me enseñó
a jugar sola
a encariñarme con lo que está solo
y a pasar las noches de miedo
con una incesante fantasía:
mañana será todo
más liviano
en mi carencia
construyo otra vida
algún día seré una mujer prolija
una mujer amada
me vestiré mejor
comeré mejor
aprenderé a vivir
sin extrañar una sensación desconocida
viviré sin la culpa de una mujer pesada
sin el golpe de la tristeza
que me acarrea de aquí para allá
finalmente seré dueña
de todo lo que me compone
mientras tanto
veo la herida
volverse cuerpo
algún día seré una mujer sabia
no me pesará esta vida
no me arrastraré
en la noche
como un animal viejo
buscando apego
no seré solamente las promesas
que escribo de madrugada
seré una mujer
liviana
algún día lo sabré:
a dónde ir
a quién besar
y por cuáles cosas enojarme
mientras tanto
escondo la miseria
bajo las risas
de la gente que amo
y todas las noches
espero
despierta
un milagro.
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