Solo por ellos.
Jun 9, 2024
Miro el mundo.
Vagones de metro atestados de gente que fijan su vista en pequeñas pantallas. O en el suelo. Calles llenas de tráfico rodado con atascos y contaminación. Gases nocivos, ruido, esperas, aglomeraciones...
La gente va a sus trabajos y se cruzan los del norte que van al sur con los del este que van al oeste. Y esto tiene sus viceversas.
El mundo que miro está lleno de personas que se esclavizan para conseguir ser uno más en la sociedad. Así pueden tener casa con hipoteca, coche con letra, tele de pago, clases particulares para los niños, refrescos en la nevera, comida y ropa. Vacaciones de vez en cuando...
Y hay hambrientos y sin hogar. Pateras repletas de esperanza y temor. Desplazados de sus tierras por las usuras ajenas. Guerras, dictaduras, imposiciones y carencias de todo tipo. Discriminación y desprecio. Aporafobia.
Los esclavos de ingresos medios temen y desprecian a los pobres. Les asusta que vengan a quitarles lo suyo y los consideran inferiores porque ellos no tienen cosas.
Cerrad la puerta. Dicen.
El mundo está lleno de esa enorme miseria. ¿Por qué ha de interesarme? ¿Por qué no ha de ser lícito desprenderse de él?
Seldon llega griposo y quejicoso a casa. Howard le pregunta:
-¿Estás bien?
Él responde:
-Espero que no, porque si esto es estar bien, la vida no merece la pena.
Esto no es estar bien. El mundo no está nada bien.
Sí, hay rincones bellos y en paz. Y seres.
Solo por ellos merece la pena.
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