sólo la Muerte

escribo entre lágrimas, querida,

pidiendo al cielo la ternura que me faltó,

le pido a Dios que vuelvas a mí,

aunque sea en un sueño,

aunque sea una ilusión y me despierte y no te encuentre,

aunque busque tus ojos en todas las muertes

y las siete vidas de un gato,

entonces me hago chiquitita otra vez

para entrar dentro de mi propio corazón,

rebuscar en algún rincón y

revolverlo todo y

recomenzar y verme al espejo preguntándome

¿dónde estás?

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nunca leíste mis versos, mis prosas, mis cuentos,

nunca te pude leer todo lo que escribí

pensando en ti

nunca, nunca,

y ahora ya es muy tarde

y aunque te piense omnipresente como a Él,

no habrá respuesta a mis anhelos,

habrá sólo ausencia,

no habrá sombra alguna ni atisbo,

habrá sólo ausencia,

sólo ausencia, querida,

¿dónde estarás?

estoy en la misma cama que no alcanzamos a compartir,

en la misma habitación que tantas veces viste,

en la misma casa,

en el mismo barrio,

en la misma ciudad,

soy la misma que amaste alguna vez,

¿dónde estás?

¿cuántos años más he de esperar el encuentro?

sólo de muerta te podría ver,

sólo de muerta podría besar tus manos,

decir que te amo,

sólo de muerta perderme en tus ojos,

acurrucarme en tu pecho,

cantarte hasta dormir,

cantarte hasta que sufrir ya no sea costumbre,

sólo de muerta podría vivir la eternidad contigo,

sólo así volvería a mi nido,

yo, golondrina viajera,

sólo así tendría Hogar.