A veces las pruebas de la vida no vienen con fuego ni con truenos.A veces vienen con silencio.Con la ausencia de apoyo.Con esa sensación de estar sola cuando más necesitás que alguien esté.
Yo estuve ahí.Esperé ayuda. Esperé una palabra, una presencia, un rescate.No llegó. Y entendí algo brutal:esta prueba es mía. Solo mía.
No es que no necesite apoyo.Es que aprendí a no depender de lo que no viene.Mi base, ahora, soy yo.Mi refugio, es Dios.Y mi mayor acto de amor, es no soltarme.
No necesito rodearme de gente para sanar.Sanar empieza cuando me reconozco.Cuando no me miento.Cuando me escucho y me abrazo en medio del ruido mental.
Y si vuelvo a caer, porque sí, tal vez vuelva...ya no voy a caer igual.Esta vez voy a mirar atrás y decir:“Yo estuve ahí. Pero salí. Y volveré a salir. Porque ahora tengo base.”
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión