mobile isologo
buscar...

sobre mi

no

Jan 20, 2025

148
sobre mi
Empieza a escribir gratis en quaderno

hoy encontré luz en una taza de menta y anís al ver cómo una ristra de hojas flotaban entre el vapor. fluir no es fácil, y quien diga lo contrario es que aún es un niño en alma y le envidio de la manera más sana, debo decir. desde que uno posee conciencia empieza a temer lo venidero, no porque necesariamente sea peor, sino porque es incierto. y la incertidumbre deja al descubierto nuestra vulnerabilidad, nos recuerda que no podemos controlar el universo, que somos pequeñas hojas de menta flotando en una taza impredecible. y con cada capa de piel que nos dejamos crecer para adaptarnos, nace un apego al presente que se confunde con amor por lo que somos, cuando en realidad es miedo a perder lo que creemos ser. cada persona, cada momento, cada fragmento de vida, entonces, se convierte en una raíz que nos ata; y cortar esas raíces, aunque sea para crecer, nos resulta una muerte simbólica. dejar ir nos confronta con la nada, con la posibilidad de quedar vacíos. y es muy peligrosa esta falta de fe en nuestra taza, que siempre está llena. este ateísmo del yo nos lleva al espíritu yermo, a la negación de nuestro propio derecho más fundamental de envejecer y morir, y a lo que aún es más grave: a vivir.

tener conocimiento sobre esto es una cosa, aplicarlo a tu día a día, otra muy distinta. y es un picor que te asedia hasta en los detalles más minúsculos de tu existencia. como por ejemplo, algo tan simplón, pero significativo para mí como lo es la manera actual de relacionarse. me tomó meses aceptar que no hay nada estropeado en mí, meses en que temí quedarme solo, y hablo de la soledad más abrumadora, esa que te engulle a plena luz del día, esa que te hace sentir extranjero en tu propio país. pero para mi espanto, fue irónico darme de bruces con un resultado aún peor, porque no hay soledad más desgraciada que aquella que proviene de fingir lo que no somos, porque eso significa que hasta tú fuiste capaz de abandonarte. por eso es tan relevante este té de menta en esta anécdota, porque finalmente lo acepté. acepté ser la hoja flotante en el té. acepté que nunca voy a estar solo si fluyo, ergo si soy auténtico, porque me tendré a mí. y quienes decidan acompañarme, entonces, no podrán hacerlo más que con su verdad, seguridad y afecto. así que hoy soy capaz de admitirme sin vergüenza que carezco de las habilidades necesarias para gestionar mejor mi energía, mi tiempo y mis emociones. soy capaz de admitirme que me abruman y superan las amistades de respuestas instantáneas, incluso la idea de compartir sesiones en rave, hyperbeam, spotify o juegos online se me antoja llanamente imposible en mi piel actual. y aunque todo esto me pareciera lo más sencillo hace nada más que un año atrás, no deseo volver allí, porque esto que vivo ahora me está haciendo crecer y aprender a redibujar mis fronteras.

porque de todas formas, no todo es un ‘no puedo’. hay varias cosas que aún sí puedo ofrecer, como lo que sería una correspondencia pausada. si me escribes una especie de carta llena de detalles sobre tu día o con cualquier idea elaborada que pase por tu cabecita, y fantaseamos con que me llega por correo marítimo tras varios días de travesía, es mucho más probable que recibas una respuesta de mi parte. el quid de la cuestión ahora mismo es que priorizo calidad sobre cantidad y sobre frecuencia. en cualquier caso, siempre me irritaron las cosas hechas a la ligera, sin cuidado, sin interés, sin pasión. lo que es seguro es considerarme un blog interactivo, porque aquí seguiré publicando mis pensamientos, mis inspiraciones, amoríos y desamoríos con la vida. y por supuesto, también estaré presente en los tuyos. me alimenta el corazón rodearme de ingenio, tanto concreto como abstracto, y si no me sueltas, siempre estaré para ti.

después de pregonar tanta epifanía, pecar de necio es lo último que haría proclamando esta piel como eterna. todavía guardo esperanzas de retomar algún día esas conexiones rápidas. pero por ahora, mis propósitos personales, y mis inseguridades lingüísticas me drenan por completo. al final del día, si el poco tiempo y ánimo que me quedan prefiero dedicarlos a estar conmigo mismo y cuidarme como nadie más sabe hacerlo, espero que puedas entenderme.

no

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión