Sobre el lenguaje, para Sofía.

Que chorro David Guetta - exclamó Sofía revoleando comida a los pájaros. La miré, me miró, no emitimos ni una palabra.

La música electrónica es una prueba de lo corto del lenguaje. Vos y tu soberbia de conservatorio que siempre me rompe las pelotas, ¿cómo no va a entender una partitura lo vulgar de una licuadora? Contame, che. Y es que a fin de cuentas, sigue siendo lenguaje, sigue quedando muy corto.

Mirá, hace cuánto tiempo venimos mediando la nada, hace cuánto no convence a ninguno el argumento del orto, del otro, del otro. ¿Qué es un intercambio que nunca confluye en nada? Somos no mucho más que sonido, que cartas en dos idiomas distintos, que lo gutural, lo primitivo, que la danza abriendo las plumas, mientras giran a los gritos estos pajarracos neuróticos. Y nos cagamos de risa por fuera de la jaula, te escuché recién y me volví loco.

Les tiramos migas de alguna porquería que nos vendieron en la puerta del zoológico. Están encerrados para entretenernos, y nos quieren convencer con la locura del proteccionismo. ¿Qué están haciendo? ¿Bailan? ¿Quieren culear? ¿Se van a terminar matando?

De qué te reís, boluda. Ahora ya me molesta, hace cinco meses que nos suena este mismo tema de mierda, no avanzamos, no retrocedemos.

¿Qué somos?

No hay forma de percibir lo que pasa, si hay aunque sea  un mísero movimiento, o lo que se mueve es el mundo y vos y yo seguimos anclados.

Mirá si los pájaros de pronto sacaran una partitura, para intentar lo que fuese con esta sonatina de mierda. ¿Vos te pensás que no se cagarían de risa? ¿Vos te pensás que no tendríamos la misma pinta de licuadora?, que por lo menos se expresa cuando le falta algo, o cuando tiene demasiado adentro.

Pasalo a la hoja, escribime tres trilogías y no te va a alcanzar, y no por vos, a mí me pasa lo mismo. Siento que mi ecualizador se fue a la mierda, que desbordan los agudos de mis renglones, que los bajos detonan mis cartas, que no tengo término medio y sí tengo un ritmo clavado, muy alto, altísimo, para muchos insostenible. Y lo entienden como pulso y yo no sé sentir de otra forma. Se van a quejar de las letras, que aparecen repetitivas cada tanto, y casualmente justo antes de que todo se vaya a la mierda.

No me anda la lapicera,
no entiendo mucho la letra,
no sé si puedo seguirme el ritmo,
siquiera.
Pero no sé si habrá un retrato más fiel,
de esto que siento por vos.
Que parece sumamente sencillo,
Pero no sabemos explicárselo a nadie.