I

Un retrato y un fragmento ¿Lo mismo acaso? Una falta de inspiración que actúa ante la soltura de la mano, de una escritura hecha para ser ignorada para ocupar espacio y llamar la atención, una distracción, una ilusión un momento de paz que se añora y sólo es posible contentarse con la luz cálida y ténue de un velador, aquel que soporta el peso del bronce añejo y devora el paso del tiempo juntando tierra y telarañas, solo, muy solo y espectante estoy mientras te pienso y te extraño.

II

Eso que dicen de que la tierra tarda veinticuatro horas en girar sobre si misma es mentira, eso de que son trescientos sesenta y cinco días para una vuelta entera al sol también. Es mentira cuando las cosas se vuelven relativas como el tiempo, subjetivo a cada segundo que pasa. Es constante encontrarse con personas que son adictas a utilizar palabras difíciles para diferenciarse del resto, yo las identifico facilmente porque encuentro en ellas aquello que no me sale a mi. Una de estas vueltas, sea sobre mí misma o alrededor del sol, voy a encontrarme utilizando esas palabras difíciles.

III

Hoy no fumo porque tengo miedo de que se me pudran los dientes. Me niego a llorarle a un dentista que por favor no me arranque las muelas ¿Por qué la gente dice conocer cosas que no conoce? Si no sabés de qué te estoy hablando ¿Para qué te gastás en decirme que si? Yo no escribo para que entiendas mi letra ni te leo para juzgarte. Al fin y al cabo, todo te lo dedico a vos. Deseo meterme en tu vuelo y que se prenda el cartel que dice "prohibido fumar" y que en mi mente no se pudran mi dientes.