Perdidos en el tiempo
Escuchando el ruido del silencio
Mientras las manecillas vuelan con el viento
Un intento, un momento eterno
Un reloj que se rompe por dentro
Muy adentro, descontento
Contemplando el vacío del momento
Viajando por dimensiones, presenciando el nacimiento
De un nuevo ser que se levanta lento. Muy lento. Sin tiempo
Sin tiempo, con demora
Sin hambre, lo devora
Mientras los dos miramos cómo abandona las horas
Mientras devora el mundo entero y nada valora
Sufrimiento por acá
Hambre y duelo por allá
Vamos caminando en una soga sobre el mar
La espuma nos lastima, las olas nos tiran
Estamos a punto de caer pero no vamos a parar
Nos quiere lastimar
Nos quiere ver gritar
Nos quiere sumisos de este sistema temporal
Cargando con un peso anormal
Te digo, ser, que nuestra espalda no da más. Te juro, no da más
El caos inunda la escena, sin pena
Mientras los humanos comienzan la prueba
Sin quererlo, se condenan
Y el apocalipsis todo se lo lleva
Lento, violento, con tormento
Recuerdo su mirar perdido en el tiempo, me lamento
No me gusta presenciar este momento
Sin tenerla en mi mismo asiento
Y entre cenizas y colillas
Dejo mi vida en la orilla
Mientras ella me hace señas y la veo brillar
Como brillaban las estrellas en la noche aquella
En la que las dos nos unimos sin mirar atrás
Y este vago recuerdo es como un simple tormento
Pues los restos del momento viajan en bucles por el tiempo
Pasado, presente y futuro son tontos pretextos del tiempo en el mundo
No existen segundos, minutos ni horas
El tiempo no es más que una inútil demora
Pues la vida no pasa a causa de él
La vida no es tonta, no se deja mover
Sos vos quien decidís si empujar o ceder
Ante el ser que no se deja vencer
Y cuando alguien es capaz de ver esta realidad
Los demás no lo quieren asimilar
El ser ofrece una tortura y los condena a la locura
Amenaza al resto, les dice que ser sumisos es la cura
Sumisos de él, del tiempo, deben olvidar lo “irreal”
Ser alguien ejemplar, nunca dudar ni desconfiar
De aquel que los ayudó alguna vez a mutar
Para ser simples soldados, olvidándose del ser humano
Que pelea en su interior para ser liberado
La bestia se da atracones
Con el cuerpo y alma de sus peones
Cada día lucen peor
Por sus caras es inevitable que no soportan el dolor
Tampoco perciben ningún color
Su vida se torna oscura y aburrida
Los miramos a la cara y no tienen vida
Su presencia parece no haber sido concebida
Pues sus pupilas ya nada miran
Mente inestable, locura alcanzable
Cuerpo descompuesto, interior molesto
Alma dañada, ilusión no encontrada
Ser indispuesto, origen expuesto
Materia que pelea y existe, y en segundos cae y desiste
La tristeza nos invade por dentro
Pero somos conscientes de que una vez más nos ganó aquel ser siniestro
Y ya nada se puede hacer por nuestro sufrimiento, ya nada basta para saciar aquel tormento
No hay más remedio que dejarlos vivir en su tiempo
Aún queda mucho por recorrer para poder dejar de obedecer
Pero un día más me veo a su merced
Pues mis ojos se abren bruscamente saciando su sed
De tenerme una vez más pendiente de él
Y me encuentra con miedo de perderla otra vez
Pero ahí está, radiante como siempre
Agradezco que el ruido de la bestia aún no la despierte
Sería una pena contemplar su caída por la pendiente
Que estrujaría su corazón y la atraparía en mundo ausente de presente
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